Los avatares de la ficción
Por Rafael García Romero
Todos los plazos se cumplen y aquí tenemos con nosotros, en la XVI Feria Internacional del Libro, invitado por el Ministerio de Cultura de la República Dominicana a Edmundo Paz Soldán, escritor de Bolivia, novelista latinoamericano. Un escritor joven con una aquilatada trayectoria en las letras de la región con una sólida internacionalización.
El hecho de que ya sea escritor le da otras calidades, y otros oficios. De ensayista, de profesor, de teórico de la literatura, de traductor; y, sobre todo, de conferencista itinerante, que puede estar hoy en nuestro país y dentro de varios días en otras naciones del mundo, llevando a los oídos parte de lo que mediante la palabra impresa ya tienen muchos de sus lectores, y que beben o alimentaron a través de sus libros, de sus ensayos, de sus novelas, pero mejor y compartidas con mayor sentido de propiedad y pertenencia, con más sentido de cercanía con él, ahora, entre nosotros.
Esta visita de Paz Soldán, fruto de la invitación del Ministerio de Cultura, es una excelente ocasión que la aprovechamos todos, él y nosotros, como un motivo de conocimiento y reconocimiento.
De conocimiento por parte de nosotros, ya que nos ponemos en contacto con un interesante escritor, que fruto de que vivimos en un mundo sin fronteras, gracias a la web, podemos tener buenas noticias de él, pero debido a los avatares y urgencias de nuestro mercado del libro, apenas tenemos dos o tres títulos de sus obras entre nosotros.
Una lástima que sea así no solo con Paz Soldán, sino también con la inmensa mayoría de los escritores latinoamericanos de su estirpe. A veces, nuestra condición de isla nos aísla más de lo inimaginable.
El encuentro, también, es un motivo de reconocimiento para los que ya lo conocían; y sobre todo para él, que puede hacer el camino de doble vía, de conocimiento y reconocimiento, sabiendo, todos, sus raíces, que nació y vivió en Bolivia, que emigró a Estados Unidos, donde vive, escribe y se desplaza a España y otros diversos países de América y el mundo.
El deber de anfitrión me obliga a decir lo que ya ustedes saben. Vamos a compartir con Edmundo José Paz-Soldán Ávila (nombre completo del escritor ofrecido como primicia) que nació Cochabamba, Bolivia, en 1967, que es un escritor boliviano y uno de los autores más representativos de la generación latinoamericana de la década de 1990, conocida como McOndo.
¿De dónde nació este nombre cuya fuerte referencia fonética nos remite a un gran acontecimiento editorial de la literatura latinoamericana?
El propio Paz Soldán ofrece una explicación breve e iluminadora: “McOndo”, publicada en 1996, “fue una antología más visceral que meditada. Fue como dar un portazo para demostrar que nos habíamos saturado del realismo mágico. Pero visto con cierta perspectiva “McOndo” se ha convertido en un referente de nuestra generación. De hecho, de los 17 autores que la componen 8 o 10 tienen hoy carreras literarias muy sólidas”.
La carrera de él constituye el botón que nos sirve de muestra, ya que ha sido merecedor de reconocidos galardones como:
Premio Erich Guttentag (1991), Premio Juan Rulfo (1997) y Premio Nacional de Novela de Bolivia (2002).
Autor de los libros de cuentos:
Las máscaras de la nada,1990.
Desapariciones, 1994.
Dochera y otros cuentos, 1998.
Amores imperfectos, 1998.
Algunas de sus novelas publicadas son:
Días de papel, 1992.
Alrededor de la torre, 1997.
Río fugitivo, 2008.
Sueños digitales, 2000.
La materia del deseo, 2002.
El delirio de Turing, 2003.
Palacio Quemado, 2006; y
Los vivos y los muertos, 2009.
A él, al hombre y escritor Edmundo Paz Soldán, no lo conocía personalmente hasta el día de hoy; y sin embargo, hay una importante coincidencia entre él y yo, y que nos conecta a través de las intrincadas líneas del destino, y que tiene que ver mucho con el tema que abordará en su conferencia.
Un cuento de él titulado “Dochera”, con el que ganó el premio Juan Rulfo, y un relato mío “Un hombre, Claudia y los recuerdos felices”, están reunidos, junto a otros cuentos de importantes cuentistas latinoamericanos, en la antología “Contar es un placer”, de Emmanuel Tornés Reyes, publicado en el 2007.
En fin, los avatares de la ficción nos abrió una puerta de coincidencia en el pasado y hoy, seis años después, el imperio de la verdad y la vida nos reúne en este importante compromiso.
A él, a Edmundo Paz Soldán, la inteligencia y la multitud de compromisos, reitero, le aconsejó sentar residencia en Estados Unidos, y se ha convertido en un escritor del mundo, que habla inglés y piensa en español en la medida que habla ese idioma universal, y que a muchos le da la sensación de vivir entre dos mundos, cuando lo hacen.
Y de eso se trata, precisamente, la conferencia que tendremos hoy con Paz Soldán, la palpitante realidad que viven lectores y escritores en esos dos mundos que se debaten, a veces, fragorosamente, y otras veces forman parte de un matrimonio en perfecta armonía: uno llamado verdad (vale decir, vida real) y el de la ficción, conocido como universo del intelecto y la imaginación.
El modo en que la realidad está en la ficción, plantea Sergio Ramírez, ha sido un debate que los escritores hemos tenido siempre, pero nos interesa también el modo en que la ficción está en la realidad, cómo influye la ficción sobre la realidad. Porque las ficciones también tejen realidades.
De manera pues que los dejo con nuestro escritor invitado, Edmundo Paz Soldán, que nos hablará de estos dos mundos, algunas veces enfrentados, y otras veces unidos indisolublemente, imbricados, como dos caminos que, inevitablemente, confluyen : “Verdad y ficción”, y ya veremos qué tipo de calidad, fascinación y armonía cobrarán a través de sus palabras.
Amigas y amigos, quiero dar las gracias por su presencia a Ruth Herrera, editora anfitriona de Paz Soldán, y al escritor Nan Chevalier, coordinador en la XVI Feria Internacional del Libro del programa de las Conferencias Magistrales, quien hizo posible la magia de este momento; y los invito a que disfrutemos todos de esta indudable gran conferencia.
Auditorio del Museo de Arte Moderno,
Santo Domingo, sábado 27 de abril de 2013
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